jueves, 4 de junio de 2020

Carta Abierta de un ciudadano al Alcalde de Vilagarcía de Arousa


Estimado Sr. Alcalde de Vilagarcía de Arousa.

Me gustaría que esta Carta Abierta llegara a sus manos porque lo que estoy viendo en la playa de Vilagarcía en estos días en que estamos en la Fase II de la desescalada me preocupa de cara al paso a las próximas fases y al verano en general, porque muchos de nuestros vecinos no se están comportando como deberían, por el poco respeto que muchas personas en la playa y en Paseo Marítimo le están teniendo a las normas de protección y de distanciamiento social, que son el principal recurso de que se dispone para evitar los contagios de coronavirus,  que evitaría que surgiera un posible rebrote aún por llegar pero previsible para el otoño, y que este se expandiera.
Compruebo a la vez que el Concello no está contemplando seriamente este problema, pues es como si los responsables miraran para otro lado porque no veo que estén haciendo nada al respecto.
Dicho esto, yo creo que hay cosas que si se pueden hacer, algunas de ellas son sencillas, simples y de bajo costo, y otras si que requieren gasto, por lo que entiendo que habría que estudiarlas en relación al beneficio que pudieran producir, teniendo en cuenta que lo primero es el mantenimiento de la distancia social (que no se está haciendo), lo segundo es el uso obligado de la mascarilla (que tampoco se está haciendo en muchos casos), y lo tercero es el lavado frecuente de manos imposible de controlar, siendo estas tres medidas la base de la prevención.

Algunas de las sencillas medidas que se pueden tomar para la playa y el paseo
En la fase actual del Estado de Alarma en la que nos encontramos, Sanidad insiste “en la necesidad de la concienciación colectiva en el respeto al distanciamiento social y aconseja limitar el aforo de las zonas de baño marítimas en las que se prevé grandes afluencias de personas. El acceso a las zonas de baño deberá de realizarse respetando dichas medidas que se deberán de recordar mediante cartelería, así como las normas de higiene. Además se deberá de prestar atención a la distancia entre tumbonas, sombrillas y otros elementos, teniendo en cuenta de que tendrá que haber al menos una distancia de cuatro metros entre los ejes de las sombrillas. El gestor responsable de la playa deberá de sectorizar esta para asegurar la distancia mínima de cuatro metros, y quienes realicen paseos por la orilla deberán de respetar los dos metros de distancia social”.

Yo lo que he observado en estos días pasados es que es frecuente ver que en cuatro metros cuadrados están sentadas cuatro o mas personas, que están juntas, hablando y durante largos periodos de tiempo, que es justo lo que necesita el virus para pasar de una persona a otra en el caso de que ande merodeando al grupo. Esto es lo que hay que detectar y lo que hay que evitar para prevenir rebrotes. 
Estas normas probablemente se suavizarán cuando pasemos a la Fase III en unos días, y de nuevo cuando entremos en la Nueva Normalidad el próximo día 21 de Junio, en que finaliza el Estado de Alarma. En todo caso las tres normas básicas de mascarilla, distancia social y de higiene se mantendrán. Pero una vez que ya dispongamos de las nuevas normas, informar a la ciudadanía de estas por los medios disponibles y hacerlas visibles será imprescindible, porque una cosa es segura, que seguirá siendo necesaria la vigilancia de que estas nuevas normas se cumplen, ya que si bien su desconocimiento no es un eximente, en los casos de incumplimiento se deberán sancionar adecuadamente, si no se quiere dejar a la población con libertad total para hacer lo que le venga en gana, lo que garantizaría el que se dispararan los contagios en un corto plazo.

¿Que se puede hacer? Pues por ejemplo, en la playa de Compostela hay plantado un alto poste con cuatro altavoces apuntando en todas las direcciones de una megafonía que hace años no funciona y que se puede recuperar y mejorar situando postes adicionales en el arenal de La Concha, en el de la Playa de Compostela a la altura de los Edificios Compostela, y en el arenal de Carril, y dotando de megafonía a las playas de Bamio y Preguntoiro. Yo creo que esta es la primera de todas las medidas que se pueden tomar, tendría dos funciones: la primera sería la de recordar a los bañistas en toda la playa las precauciones que hay que tener para mantener la protección personal, la distancia social y que en la Playa y en el Paseo se dispone de puntos para el lavado de manos. La segunda sería la de recuperar los avisos por megafonía para que por ejemplo, cuando un niño se pierde de sus padres, desde Protección Civil se efectúe el aviso para que vengan a recogerlo, o para recordar la prohibición de baño en los casos de bandera roja. Este servicio está disponible en la mayor parte de las playas de prestigio del país.

La falta de vigilancia del arenal y del paseo
Resulta anacrónico que se vea circulando a la Policía Local en el coche por el paseo a la una de la madrugada, y no se les vea paseando a las 6 de la tarde cuando la playa está abarrotada, por poner un ejemplo. En la Playa si se hace notar la presencia de Protección Civil y Salvamento durante la temporada contratada, aunque esta presencia habrá de ser aumentada y mejorada, para que controlen el cumplimiento de las nuevas normas y actúen como autoridad competente en colaboración con la Policía en su ámbito de actuación
La falta de la presencia policial en el arenal y en el paseo es lo que anima a los ciudadanos menos respetuosos a saltarse a la torera las normas de distanciamiento y de uso del material de protección personal. Cualquiera que se de un paseo por la playa, verá que las familias y los grupos de amigos habituales se siguen concentrando en los mismos sitios que el año pasado en torno a una sombrilla, con las toallas juntas sentados y charlando como si nada, bien en la arena o de pie en el agua, en un claro incumplimiento de las normas.
La gente no lleva además las mascarillas por el paseo, ni guarda la distancia de seguridad en muchos casos, y lo de los runners y biciclisters es aún peor. Se sabe que cuando se practica el deporte, las gotas de Flügge se proyectan hasta mas allá de los 6 metros en el caso de los runners, lo que amplia el área en que pueden contagiar a otras personas en estos casos, los ciclistas que puedan ser  portadores del virus, lo pueden expandir a través de las gotas que emiten de manera continuada a lo largo de su recorrido por el paseo. En estas circunstancias, entiendo que al menos a los ciclistas se les debería de prohibir circular por el paseo marítimo y a los runners deberían obligarles a llevar la mascarilla cuando corran por el paseo y no puedan mantener la distancia social, y con vigilancia continuada para el obligado cumplimiento de estas normas por parte de unos y otros.
Echo también de menos la publicación de un BANDO MUNICIPAL que recoja todas estas  medidas necesarias para garantizar la seguridad sanitaria de todos los ciudadanos, que han de ser de obligado cumplimiento por parte de estos, y que debería figurar en los paneles informativos situados en la playa y el Paseo.

La limpieza del arenal
Pienso que este es un elemento que se puede mejorar para preservar su limpieza, aunque no esté demostrado que el estado de la arena cause efecto alguno sobre el coronavirus. Periódicamente se le pasa una máquina a la arena en una franja en la que se que remueve su superficie y se recoge la suciedad que en ella encuentra. Creo que esta franja debería de ser ampliada a toda la superficie del arenal y hacerlo diariamente hasta la llegada del otoño al menos.

La presencia policial en la playa y en el paseo marítimo
Echo de menos una presencia policial mas intensa, y creo que la vigilancia está siendo muy escasa por no decir nula, cuando debería de ser todo lo contrario.
Para remediar esto, creo imprescindible incrementar fuertemente la presencia policial en la playa, y se que esto no es fácil por la falta de agentes, y por los kilómetros de playa a vigilar y la distancia entre estas.
En este tiempo yo he visto algún día como vigilaban con drones el arenal de la Concha y Playa Compostela. No se si el material era del Concello, o de Protección Civil; si lo son, que los usen. Y si no lo son, o bien que los compren y establezcan un servicio de vigilancia amplia y actuación concreta, o bien que doten de movilidad a la policía con bicis, quads o Seagways como tienen en otros lugares de veraneo, lo que les daría una mayor capacidad de movilidad y les facilitaría las actuaciones puntuales allá donde haya incidencias, o bien amplíen el número de agentes que sería lo mas costoso, todo ello en pos de hacer mas visible y mas eficiente la presencia policial.
Esta mayor presencia se complementaría haciendo público un régimen gradual de sanciones para las distintas infracciones detectadas, elemento necesario para que los ciudadanos se lo tomen en serio, y se sientan obligados a cumplir las normas.

Las fiestas de verano
Todos conocemos la impronta que tuvieron las manifestaciones del 8M, los partidos de futbol de esas fechas y otras reuniones masivas de gente, en la extensión del coronavirus por ciudades, regiones y por todo el país. No se puede volver a caer en ese error.
En Vilagarcía estas concentraciones se dan y se darán en las fiestas y especialmente en dos eventos que atraen a mucha gente, tanto del resto de Galicia, como de fuera de ella. Me refiero a la Fiesta del Agua con el Botellón de la noche previa en la zona de la playa, y el Combate Naval en el que se concentran miles de personas en el Paseo, la playa y el puerto para ver los fuegos. En menor medida contribuyen al riesgo las verbenas, las atracciones feriales y los conciertos en recintos abiertos y cerrados y demás eventos de menor cuantía. Todo esto supone un gran riesgo que hay que evitar regulando las condiciones (difícil lo tienen) o suspendiendo directamente los actos de mayor riesgo. Algo tendrán que decidir al respecto justo ahora que me imagino que estarán preparando el Programa de las Fiestas de 2020, y preparando los contratos para los fuegos de este año, pienso.

El turismo que viene a Vilagarcía y su futuro
En el futuro, Vilagarcía tendrá una imagen mejor o peor de destino seguro para los veraneantes en función de las medidas que tome el Concello, y este será uno de los factores determinantes para la elección de destino, tal y como se viene señalando en prácticamente todos los informes publicados por las organizaciones institucionales, empresariales y consultoras del sector.
Vilagarcía con un sector turístico paupérrimo y por desarrollar, con poco mas de 300 plazas hoteleras a disposición de los visitantes, puede convertir este deficit en oportunidad de desarrollo siempre que se tomen las medidas adecuadas y se hagan las cosas bien. 
De ahora en adelante, el que se pueda garantizar que Vilagarcía es un destino seguro para los que nos visitan y eligen a la ciudad como destino vacacional, es el primer elemento a tener en cuenta. Después vendrá todo lo demás, el desarrollo de la infraestructura hotelera, la gastronomía, la dotación cultural, monumental, los servicios, las comunicaciones, la naturaleza, etc., porque por muy bonito que sea un sitio, poca gente se arriesgará a ir si sabe que hay peligro. Esta es la clave y el punto de partida, y hoy sabemos que todos los destinos están trabajando para asegurar que son destinos sin riesgo, mas ahora que ya se dispone incluso de un sello de calidad.
Para que así sea, habrá que ayudar al Alcalde y concejales proponiendo iniciativas e ideas, que es lo que menos cuesta, y lo mas fácil de hacer, siempre que se tengan, claro. Esto es lo que hago dirigiendole esta larga carta abierta que espero le ayude a tomar las decisiones necesarias para evitar que surja un nuevo rebrote de coronavirus en nuestra ciudad que nos lleve a todos a un nuevo confinamiento en el otoño que sería mucho peor de sobrellevar que el anterior.


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