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lunes, 4 de noviembre de 2024

¿Es posible una DANA en Vilagarcía? ¿Existe un Plan de Emergencias de Protección Civil para Vilagarcía?

 Desastres Naturales

David Ramos/Getty Images

Desde el pasado martes, una DANA (depresión aislada en niveles altos), también conocida como "gota fría", viene asolando el este y el sur de España, especialmente zonas de Levante, Albacete, Cuenca, Almería, Málaga, y hoy está azotando la costa onubense, Cadiz, Baleares y sur de Cataluña.  El fenómeno se genera cuando una masa de aire frío en altura entra en contacto con otra masa de aire caliente más cercano a la superficie y produce como resultado una descarga masiva de precipitaciones. Es un evento que se produce de manera cíclica en la zona levantina, pero en esta ocasión ha descargado lluvias torrenciales en otras partes de la geografía española, con medidas de hasta 445,40 litros/m2 en el pueblo de Chiva, la mayor cantidad en 24 horas desde 1996. En el momento de escribir este post, se habían registrado 205 fallecidos (202 solo en la Provincia de Valencia) mientras que decenas de personas seguían desaparecidas.  

Los destrozos causados por la DANA en estas regiones, son descomunales y extraordinarios, afectando a infraestructuras y bienes de las personas, además de haberse llevado por delante una gran cifra de víctimas. Afortunadamente, si bien numerosas empresas se vieron afectadas por las inundaciones, teniendo que paralizar su actividad, la DANA no afectó a industrias que trabajan con materiales peligrosos.

En España el Ministro del Interior ostenta la superior autoridad en materia de Protección Civil y cuenta con la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, como órgano directivo de asistencia al titular del Departamento.

En la constante evolución del Sistema Nacional de Protección Civil, es la Dirección General la impulsora de la planificación y de la coordinación entre los distintos actores implicados en materia de Protección Civil, tanto de las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos como de las Ciudades de Ceuta y Melilla, y también de los organismos supranacionales e internacionales, aportando en su caso medios útiles para la gestión de emergencias importantes o cuando exista una alta probabilidad de que éstas se produzcan.



El Sistema Nacional de Protección Civil integra la actividad de Protección Civil de todas las Administraciones Públicas, en el ámbito de sus competencias, con el fin de garantizar una respuesta coordinada y eficiente a través de las siguientes actuaciones:

Anticipación

La anticipación tiene por objetivo determinar los riesgos en un territorio basándose en las condiciones de vulnerabilidad y las posibles amenazas y comprende los análisis y estudios que permitan obtener información y predicciones sobre situaciones peligrosas. La Xunta de Galicia tiene los planes de emergencia necesarios para una diversidad de situaciones de emergencia. La Xunta tiene los deberes hechos.

Prevención

Comprende el conjunto de medidas y acciones encaminadas a evitar o mitigar los posibles impactos adversos de los riesgos y amenazas de emergencia. De igual manera estas medidas están contempladas en el Plan Territorial de Emergencias y Protección Civil de Galicia (PLATERGA).

Entre las medidas mas eficientes de prevención están la educación en Protección Cvil de la ciudadanía, y la realización de simulacros. Esto lo hacen los japoneses en su país, pero aquí vamos sobrados y esto no se considera necesario.

Planificación

Los Planes de Protección Civil son los instrumentos de prevención del marco orgánico-funcional y de los mecanismos que permiten la movilización de los recursos humanos y materiales necesarios para la protección de las personas y de los bienes en caso de emergencia, así como del esquema de coordinación de las distintas Administraciones Públicas llamadas a intervenir. Galicia a graves de la Xunta está aldea en este tema.

Area afectada en la zona de Valencia

Respuesta inmediata

Es la actuación de los servicios públicos o privados de intervención y de asistencia tras el acaecimiento de una emergencia o en una situación que pudiera derivar en emergencia, con la finalidad de evitar daños, rescatar y proteger a las personas y bienes, velar por la seguridad ciudadana y satisfacer las necesidades básicas de subsistencia de la población afectada. Aquí es donde aparecen los problemas. Si bien la Ley  gallega señala que los Concellos de mas de 20.000 habitantes deben de contar con un plan local de emergencias y Protección Civil, no todos lo tienen, y en algunos casos, si los tienen, no los han hecho accesibles a la ciudadanía, con lo que poca o ninguna utilidad tiene para ellos. Este es el caso de Vilagarcía por ejemplo, cuyo plan no pude encontrar y eso que lo intenté buscando en la web, y contactando con las Instituciones pertinentes: Concello y Protección Civil.

Recuperación

Conjunto de acciones y medidas de ayuda de las entidades públicas y privadas dirigidas al restablecimiento de la normalidad en la zona siniestrada, una vez finalizada la respuesta inmediata a la emergencia.

Evaluación e inspección

Se aplicará a todas las actuaciones del Sistema Nacional y la llevarán a cabo las Administraciones Públicas competentes de acuerdo a las directrices elaboradas por el Consejo Nacional de Protección Civil.

Las actuaciones del Sistema se regirán por los principios de colaboración, cooperación, coordinación solidaridad interterritorial, subsidiariedad, eficiencia, participación, inclusión y accesibilidad universal de las personas con discapacidad.

Los ciudadanos y las personas jurídicas podrán participar en el Sistema en los términos establecidos en la ley.

LA RESPUESTA DEL GOBIERNO VALENCIANO ANTE LA DANA

Lo hasta ahora expuesto, es la respuesta a las catástrofes que las Administraciones Públicas pretenden dar. Pero la respuesta que vimos dieron las Administraciones Estatales y Autonómicas ante la reciente DANA, dejó mucho que desear.

Si lo vemos por partes, en lo que se refiere a la Anticipaciónesta no se dio. Los primeros pronósticos de la agencia de meteorología llegaron el miércoles 23, seis días antes del desastre, aunque es cierto que reconocían un nivel de incertidumbre alto.

A las 06:42 de la mañana del Martes 29, la AEMET lanza un aviso naranja por fuertes lluvias en varias zonas de la provincia de Valencia. El aviso se actualiza a las 07:37 elevando la alerta al nivel rojo en el interior norte de la provincia, donde la DANA descargaba ya con intensidad.

A las 09:48, se lanza el aviso rojo a todo el litoral de Valencia, seguido 12 minutos más tarde de una alerta de nivel rojo emitida por Emergencias de la Generalitat.

A las 11:30, se desborda el barranco de Chiva, cuyas aguas confluyen con las de otras ramblas y barrancos en el barranco del Poyo, también conocido como barranco de Torrent.Todo ello hizo que los padres se tuvieran que movilizar para recogerlos cuando ya la alerta roja estaba declarada. 

Tampoco hubo Prevención alguna, una preparación previa que pudiera minimizar los daños en las zonas de mas riesgo, y eso que un desastre de estos, no es la primera vez que ocurre, aunque no con esta gravedad. Si existen Planes de Protección Civil, pero estos no parecen haber sido aplicados por las autoridades, quizás porque las decisiones las toman los políticos en vez de los expertos.

Y si hablamos de la Respuesta Inmediata, pues los responsables salen muy mal fotografiados. Las fuerzas de seguridad, de emergencias, y la UME, no fueron requeridas con la indispensable prontitud, hasta el punto de que a servidores públicos como policías y guardia civiles se les impidió desplazarse a la Zona Zero para ayudar.

Veremos después lo que sucede en el tiempo de Recuperación de los daños sufridos por la población civil y por las infraestructuras, y que me temo será largo. La burocracia y la tardanza en la toma de decisiones y la racanería en el gasto público imprescindible, algo habitual en las administraciones públicas, se encargarán de que así sea.

Las actuaciones del Sistema Nacional de Protección Civil se rigen por los principios de colaboración, cooperación, coordinación solidaridad interterritorial, subsidiariedad, eficiencia, participación, inclusión y accesibilidad universal de las personas con discapacidad. Así debe de ser, pero no siempre se cumplen debidamente, ni todo el mundo cumple.

Ante situaciones catastróficas: ¿Puede mejorarse la prevención y las alertas?

La respuesta es clara y rotunda: SI. El disponer de planes de contingencia ante emergencias, y especialmente ante emergencias climáticas, es el elemento imprescindible para enfrentar los desastres causados por estas catástrofes, pero además estos planes deben de estar actualizados en todo momento, pues las circunstancias cambian, también por los efectos del cambio climático, con la consecuencia de que pueden quedar obsoletos y ser insuficientes para proporcionar una respuesta adecuada a la nueva situación. Por tanto, la revisión periódica de estos planes es absolutamente imprescindible, y eso no siempre se está haciendo por parte de algunas de las administraciones responsables de la ejecución de esos planes y de sus protocolos de actuación.

También deben de ser conocidos estos planes por la ciudadanía, y para ello debe de aplicarse la pedagogía para que así sea, algo que no se está haciendo. En Japón, ante el riesgo de sufrir terremotos o maremotos, los niños conocen lo que tienen que hacer para no correr peligro, y los simulacros en las escuelas son habituales. Este tipo de prácticas son las que evitan muchas víctimas por desastres naturales.

España está dividida en 17 Comunidades Autónomas y dos Ciudades Autónomas. Cada una de ellas tiene sus planes de protección civil frente a emergencias. También hay que decir que unos parecen mas detallados que otros. Hay también diferencias y desigualdades en la distribución de los medios materiales, si bien estos son cedidos por las administraciones autonómicas a otras que los necesitan en los casos de necesidad por grandes catástrofes

Un buen ejemplo: El caso de la zona costera de Huelva


La Sociedad Española de Geología publicó un estudio que simulaba la inundación provocada por un posible tsunami desde Ayamonte hasta Matalascañas. Analizaba los daños y la vulnerabilidad de Huelva y sus pueblos costeros

El estudio, realizado al alimón por un grupo de investigadores de las universidades de Atacama (Chile) y UHU (Huelva) y publicado en la Revista de la Sociedad Geológica de España, analizaba in situ las consecuencias que acarrearía a Huelva y a su zona costera la repetición de un tsunami similar al causado por el terremoto de Lisboa de 1755 que provocó miles de víctimas  y una gran devastación costera. El estudio está firmado por los investigadores Tatiana Izquierdo, Manuel Abad, Joaquín Rodríguez-Vidal (UHU), Francisco Ruiz (UHU) y María Luz González-Regalado (UHU)

El trabajo barajaba el peor escenario posible elaborando una cartografía de vulnerabilidad y riesgo en los edificios con un run-up (cota máxima de inundación) de 10 metros en núcleos urbanos.

También aportó una serie de análisis: zonas de inundación, velocidad, altura de las olas, afectación de edificios, áreas urbanas dañadas, patrimonio histórico y natural destruido, polígonos industriales, Polo Químico y Energético de Huelva, que lo convierten en una herramienta adecuada para gestionar la ordenación del territorio urbano y de uso industrial. Y con ello, se mejora la capacidad de concienciación de la población, se elaboran planes de evacuación y de actuación destinados a mitigar los daños por un posible tsunami en este caso, pero que sería útil de la misma manera en los casos de inundación procedente de las riadas producidas por DANAs que afectaran a los territorios del interior.

El trabajo ofrece una cartografía de vulnerabilidad desde Ayamonte hasta Huelva capital pasando por Isla Cristina, Lepe, Cartaya, Punta Umbría y Matalascañas, y en él se recoge que todas las poblaciones, excepto Huelva, poseen un porcentaje superior al 50% de edificaciones con índices de vulnerabilidad altos o muy altos en caso de producirse un tsunami. Este estudio es un elemento esencial para prevenir daños tanto si el peligro viene del mar, como si viene del interior de inundaciones producidas por DANAs como la que se produjo en Levante en estos días.

Imagen de la inundación de Vilagarcía de 2006. Imagen de Vitor Mejuto

La posibilidad de Inundaciones u otros fenómenos en Galicia


¿Se puede producir una DANA en Galicia?


MeteoGalicia asegura que es "poco probable" que Galicia registre unas precipitaciones "tan intensas y abundantes" como las que se han generado en la Comunidad Valenciana a raíz de la DANA que ha azotado la zona del Meditarráneo. Así lo ha asegurado la meteoróloga Ana Lage, quien ha explicado que en la comunidad gallega "no se dan los condicionantes necesarios" para una DANA con descargas "de ese calibre".


En cuanto a la formación de fenómenos extremos en Galicia, Lage ha incidido en que lo que se puede dar en la comunidad son "situaciones meteorológicas adversas" por pasos de frentes asociados a borrascas profundas que, "generalmente vienen por el Atlántico y se sitúan en el suroeste de Irlanda". De este modo, los frentes "muy activos" dan lugar a situaciones meteorológicas adversas con lluvias y vientos, ya que en Galicia es "habitual" que si se genera una situación adversa con lluvia, primero se produzca con viento.


Otra posibilidad son las ciclogénesis explosivas, es decir, borrascas que se profundizan "rápidamente" y que generan "vientos muy fuertes y lluvias abundantes". Asimismo, la meteoróloga ha destacado la posibilidad de que se generen otras situaciones como la llegada del huracán Kirk hace unas semanas o casos de inundaciones provocados por ríos atmosféricos. 


Respecto a la posible formación de tornados, ha señalado que la formación de estos fenómenos viene asociada una "alta inestabilidad atmosférica", por lo que en Galicia podrían darse en algún momento. Sin embargo, ha incidido en que las subidas y bajadas del propio territorio gallego, así como la "gran cantidad" de árboles frenarían el recorrido de un posible tornado. Con todo, ha asegurado que las trombas marinas si que se generan en Galicia, de hecho, ha destacado que es un fenómeno "habitual" durante el año. Se trata del mismo fenómeno pero que se produce en el mar y por la ausencia de obstáculos tienen más recorrido.


De los centenares de borrascas cuya incidencia en Galicia está bien documentada, con observaciones meteorológicas que permiten caracterizarlas bien, sólo un reducido número de ellas forman parte de la memoria colectiva de los gallegos, por su magnitud y excepcionalidad. Sin remontarnos muy atrás en la historia, hay dos nombres que siguen sonando con fuerza: Klaus (2009) y Hortensia (1984). Algunas décadas antes, tampoco podemos olvidarnos de una que ocupa un lugar preferente: la de febrero de 1941, que generó el mayor temporal de viento documentado instrumentalmente en España.


Tipos de Inundaciones

Inundaciones por precipitaciones "in situ"

Son inundaciones locales producidas por lluvias muy intensas que pueden afectar a cualquier punto del territorio, siendo las mas graves las producidas en entornos urbanos, sobre todo cuando suceden después de un periodo prolongado sin lluvia, y que se agravan cuando las cunetas, y desagües están faltos de limpieza. Si suceden en la costa, sus efectos se ven agravados por la pleamar, como sucedió en Vilagarcía en 2006.

Inundaciones producidas por escorrentías, avenidas y desbordamiento de cauces

Provocadas por precipitaciones, deshielos o fusión de nieve, obstrucción de cauces naturales o artificiales, invasión de cauces, aferramiento o dificultas de avenamiento y acción de las mareas.

Inundaciones por rotura u operación incorrecta de infraestructuras hidráulicas.

Es frecuente que las inundaciones se produzcan como consecuencia de una combinación de estas causas.

Concellos gallegos que cuentan con planes de emergencia

Aunque la ley de emergencias presentada por la Xunta de Galicia y aprobada por  el Parlamento Gallego sólo obliga a contar con planes de emergencia, a los concellos con más de 20.000 habitantes (22 en la comunidad gallega), el espíritu de la ley y la intención expresa del Ejecutivo autonómico ha sido siempre la de animar a los 315 municipios gallegos a contar, al menos, con un listado planificado de los recursos disponibles y un protocolo de actuación en caso de catástrofe. 

El Diario Oficial de Galicia publicó el pasado 28 de Octubre la actualización del Plan especial de protección civil ante el riesgo de inundaciones en Galicia (Inungal), que integra los nuevos estudios de riesgo, una vez aprobados los planes de gestión de riesgo que elaboran los organismos de cuenca. Se trata de la segunda revisión desde su aprobación en 2001, tras recibir el informe favorable del pleno de la Comisión Gallega de Protección Civil y de la Comisión Permanente del Consejo Nacional de Protección Civil. La revisión le fue también remitida a la Federación Gallega de Municipios y Provincias (Fegamp) para que diese traslado a los ayuntamientos con el objetivo de alcanzar el máximo consenso posible.

Como novedades, se actualiza el análisis de riesgos integrando los estudios de demarcaciones hidrográficas; se adapta a la nueva norma básica de protección civil y se actualizan los datos de las redes de alerta integrando el Modelo de Evaluación del Riesgo Local de Inundación (Merlin de Augas de Galicia). Además, el estudio de riesgo concluye que se reduce el número de ayuntamientos obligados a elaborar y redactar el plan municipal para este riesgo, al pasar de ser obligatorio en 62 Concellos a 51. Por el contrario, aumentan de 29 a 45 los casos en los que se considera recomendable.

Así, en la provincia de A Coruña hay 15 ayuntamientos con obligatoriedad de tener plan y 22 en los que se recomienda. En el caso de Lugo son nueve con deber y otros nueve con recomendación, y en el de Ourense, 13 y dos, respectivamente. Por su parte, Pontevedra suma 14 municipios obligados y 12 con recomendación.

Minimizar riesgos por inundaciones

El Inungal establece la organización y los procedimientos de actuación de los recursos y servicios cuya titularidad le corresponda a la Xunta, y los que pueden ser asignados a este por otras administraciones, con el objetivo de minimizar los riesgos en las zonas inundadas o prevenir y reducir dentro de lo posible los accidentes y los daños acontecidos mediante la movilización de medios de evacuación y de asistencia sanitaria y de lugares de alojamiento para los evacuados, así como de mecanismos de restauración de las vías de comunicación y servicios básicos afectados.

Este plan cuenta con los estudios de riesgos por inundaciones costeras, fluviales y pluviales, incluyendo también los elaborados por los organismos de cuenca. También establece en base al nivel de riesgo cuáles son los ayuntamientos que deben tener un plan de actuación municipal frente estos incidentes.

El plan se estructura en cinco capítulos: fundamentos, análisis de riesgos, estructura y organización, operatividad e implantación y mantenimiento. En este último, se recogen las acciones a desarrollar para que el documento sea operativo y conocido por todos los recursos que deben intervenir en la emergencia. Una vez implantado, el plan pasa a la fase de mantenimiento de la operatividad con la finalidad de garantizar que las actuaciones previstas permanecen vigentes.

Coordinación de los servicios de emergencias

Así, la Xunta  a través del Inungal establece el marco de coordinación de los servicios de emergencias para disminuir los riesgos y reducir las consecuencias negativas de las inundaciones.

El Gobierno gallego también apoya a los ayuntamientos para que puedan elaborar o actualizar sus planes a través de la entrega de manuales de respuesta frente inundaciones, una herramienta que les permite planificar las actuaciones en este ámbito. En el marco de estos protocolos con los municipios, el Centro Integrado de Atención a las Emergencias (CIAE) 112 Galicia mantiene actualizados los procedimientos de actuación ante alertas hidrológicas y meteorológicas. Del mismo modo, la Xunta mantiene la misma coordinación y planificación en lo que se refiere a los protocolos de comunicación con los 4 organismos de cuenca con el objetivo de garantizar la eficacia de sus planes de gestión.


Pero, ¿Para qué sirve un plan de emergencia municipal? 

Sirve entre otras cosas para fijar los riesgos a los que puede enfrentarse un concello —los naturales y los inducidos por el hombre— y dictaminar —al menos en el plano téorico— cómo hacerles frente. El sistema operativo fija la creación de diferentes grupos de acción: los de seguridad, sanitarios, de rehabilitación, logística, de intervención directa y de transmisiones. Es decir, tanto las actuaciones inmediatas como las preventivas —apuntalar edificios, por ejemplo— y las de intervención a posteriori —evacuación de personas, hospitales de campaña...—, que deberán planificarse teniendo en cuenta el listado integral de los medios y recursos municipales. A ellos hay que unir los contactos con grandes fábricas y con empresas que atienden servicios esenciales como los de agua, luz, gas y telecomunicaciones.

En el caso del Concello en el que resido, Vilagarcía de Arousa, he intentado encontrar el Plan de Emerxencias do Concello, pero no me fue posible. Quizás porque es este un tema pendiente de solucionar por parte de las autoridades municipales, y eso que no es un tema menor el de la seguridad ciudadana.

Enlaces a los Planes de Emergencias y Protección Civil




ENLACES A LOS PLANES ESTATALES DE EMERGENCIAS


Plan Estatal de emergencias y Protección civil

PLAN ESTATAL DE MAREMOTOS

GUÍA TÉCNICA DE SEÑALIZACIÓN DE MAREMOTOS


ENLACES A LOS PLANES DE EMERGENCIAS DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE GALICIA



GALICIA

Plan Territorial de Emergencias de Galicia (PLATERGA). Enero de 2009


Planes especiales de Galicia

Establecimientos de Galicia afectados por el RD 840/2015

Nivel inferior

Nivel superior

Guías para la elaboración de las Planificaciones municipales



Fuente: The LeverDiario de HuelvaUniversidad de Huelva

jueves, 2 de febrero de 2023

Las ciudades frente al cambio climático. El caso de Vilagarcía de Arousa

Luisondome

El Rio Con en las inundaciones de 2006

Nuestro clima se ha vuelto loco, y lo peor de todo es que nos está volviendo locos a todos nosotros. Estamos en Enero, y hemos pasado medio mes con un frío del carajo, pero aún no ha finalizado Enero y tenemos un tiempo precioso, con un Sol de justicia y un calorcito a las 3 de la tarde que meteorológicamente nos situaría en el mes de  Abril-Mayo.


Las tiendas no venden las ropas de invierno porque el tiempo no anima a gastarse el dinero en una ropa para un frío de 15 días. Ello afectó a las rebajas, pues se retiró gran parte del material objeto de la oferta. Recientemente, las calles de Vilagarcía se inundaron de nuevo un par de veces por las copiosas lluvias, y lo mas grave no es el hecho en si mismo, sino el aumento de la frecuencia con que se producen las inundaciones, y la gravedad de los daños que estas causan, que son cada vez mayores.


Esto sucede porque en nuestra ciudad existen problemas estructurales que se conocen desde 2006, fecha en la que se produjo la gran inundación, y que aún están ahí sin resolver. Me refiero a la adecuada evacuación de las aguas pluviales que caen sobre la ciudad, que presenta déficits graves, y al problema de la desembocadura Del Río Con, el cuello de botella que recoge las aguas pluviales de la comarca y que las conduce a su desembocadura en el puerto a través de un par de agujeros que discurren bajo la calzada, y que no dan abasto cuando la nube se vacía sobre la ciudad.


Las olas de calor y frío a destiempo, como las que estamos viviendo en los últimos días, la sequía, las inundaciones, la subida del nivel del mar, imperceptible a primera vista, pero que ahí está, y los otros fenómenos meteorológicos adversos, tienen un gran impacto sobre las ciudades. Sobre Vilagarcía también, y no sabemos hasta que punto la situación puede empeorar en el futuro. Existen previsiones, las provenientes del IPCC o las de Climate Central para el nivel del mar, previsiones que pienso que nuestros dirigentes desconocen, pues si las conocieran ya tendrían que estar discutiendo de cual es la mejor manera de prevenir los daños causados por los eventos producidos por el cambio climático.


Siendo así, varias preguntas podríamos hacernos. Por ejemplo: ¿Son las ciudades españolas resilientes al cambio climático? ¿Lo es Vilagarcía y su entorno? ¿Qué medidas hay que tomar para mitigar el impacto, y qué se está haciendo para solucionarlo? ¿Que objetivos se plantean para adaptar nuestra ciudad al cambio climático? ¿Tiene claro nuestro Alcalde lo qué es la adaptación urbana al cambio climático y como llevarla a cabo? 


Se habla de resiliencia climática. Resiliencia, adaptación, lo sé, hay mucha confusión en general. Pero, en cualquier caso, es poco probable que entendamos lo que significa la adaptación sin entender, de forma global, el gran reto que supone la emergencia climática para nuestra sociedad, para las ciudades, y en concreto, para Vilagarcía. 


Quitar asfalto y renovar la edificación


En la lucha contra el cambio climático, existen dos frentes. El primero es la mitigación, que engloba todas aquellas acciones para reducir emisiones de gases de efecto invernadero (el famoso CO2 y el metano, entre otros). Las ciudades son responsables de nada menos que del 70% de las emisiones de estos gases a nivel mundial. Por tanto, reducirlas es un elemento indispensable en la emergencia climática. En España hay casi 11.000 municipios que se han comprometido a reducir sus emisiones en un 55% para 2030 y llegar a la neutralidad en carbono para 2050. Desconozco si Vilagarcía está entre ellos, y si lo está, convendría conocer en que punto de la reducción estamos actualmente.


¿Qué medidas se están planteando para llegar a estos objetivos? 


Por ejemplo, impulsar las zonas de bajas emisiones: se actúa sobre los centros urbanos, delimitando las áreas en las que se veta la entrada de vehículos de motor. De hecho, 2023 será un año en el que tendremos que evaluar si hemos hecho bien los deberes: la ley de cambio climático y transición energética aprobada en 2021 por el Gobierno obliga a todos los municipios españoles de más de 50.000 habitantes a tener zonas de bajas emisiones. Ahí están Barcelona y Madrid liderando el proceso. Vilagarcía está fuera de la obligación legal, pero puede y debe de estar comprometida a nivel local con estos objetivos, y sin embargo si se limitó en los últimos años la circulación de vehículos con motor de combustión por el centro.


Se han creado unos cuantos kilómetros de carriles bici, que atraviesan algunas zonas de la ciudad, pero no se están usando como debieran, y si embargo la principal vía de circulación de bicis y patinetes de la ciudad carece de carril bici, lo que constituye un peligro para los paseantes que caminan por la principal vía peatonal de la ciudad. No tiene sentido, por lo que el gasto dedicado a tal fin parece mal planificado, pero esto lo dejaré para otro artículo.


En Vilagarcía por ejemplo también tenemos una edificación deficiente en términos de eficiencia energética. Se nos va el calor o el frío, dependiendo de la época del año, por todas las rendijas. Hoy en día al precio que está la energía, es un desperdicio que sale muy caro.


También hay otros muchos ámbitos de nuestra vida urbana que necesitan un repaso. En el Plan Avanza Vilagarcía se han identificado algunos de estos. Pero uno de los más importantes es la renovación de nuestra edificación. Dejamos un legado construido muy importante y bastante deficiente en términos de eficiencia energética. Se nos va el calor (o el frío, dependiendo de la época del año) por todas las rendijas, y se  necesita mejorar la envolvente de muchas de las fachadas y empezar a invertir en energías renovables que alimenten nuestras viviendas, especialmente en placas solares y aerogeneraadores.


Zonas afectadas por la subida del nivel del mar con un aumento de 2ºC y 4ºC respectivamente


Y hablando de calor, casi se nos está olvidando hablar del segundo reto: la adaptación a los impactos del cambio climático. Pues bien, todas estas emisiones, estos gases, los que hemos producido durante décadas, y los que no conseguiremos evitar en los próximos años, no hacen más que acumularse en nuestra atmósfera e impedir que las radiaciones solares salgan de ella. ¿Resultado? Nuestra atmósfera se calienta. Se está calentando el aire, los mares y océanos, se están deshelando los polos, están modificándose las rutas que siguen las corrientes oceánicas, lo que condiciona la meteorología de continentes completos y están subiendo los niveles del mar en nuestras costas. Están cambiando las circulaciones de viento globales y por todo ello, se están produciendo eventos adversos extremos, tanto a nivel general, como a nivel local: las famosas olas de calor y de frío, las sequías y las inundaciones. Estos fenómenos, amenizados por una subida gradual de las temperaturas y del nivel del mar, generan numerosos y graves impactos que causan daño en nuestras ciudades.


Areas bajo el nivel del mar con una subida de este de 3 metros


Yo no se si los responsables que gestionan nuestra ciudad y nuestro puerto, conocen los niveles de aumento previstos para la Ría de Arousa en 2050, para un aumento de la temperatura media de 1,5ºC que es el objetivo ODS a nivel global, y que ya se sabe que no se va a cumplir porque estamos a punto de superarlo si no lo hemos superado ya, con lo que la previsión empeorará seguro.


Areas de la costa de la Ría que quedarían afectadas con una subida del nivel de las aguas de 3 metros


En Climate Central hay imágenes de la previsión sobre un mapa de la Ría, en la que se muestra que las instalaciones portuarias quedarán por debajo del nivel intermareal. También aparecen las previsiones de las zonas inundables en el caso de las mareas ciclónicas. Las previsiones ahí están, pero aun no se conocen los planes para superar estas situaciones, y es ahora cuando estos planes se deben de elaborar con la suficiente antelación, pues llevarlos a cabo puede ser cuestión de años, dada la posible complejidad y el alto coste que pueden llegar a alcanzar.



El urbanismo que se ha promovido durante el tiempo de crecimiento en las últimas décadas en nuestra ciudad, no ha sido muy generoso ni respetuoso con el espacio para las personas ni para los ecosistemas. Hemos construido ciudades asfaltadas y contaminadas, dominadas por el vehículo motorizado. Los materiales con los que hemos hecho las ciudades, sus infraestructuras de cemento y hormigón, y los edificios, crean las famosas 'islas de calor' que hacen que en la ciudad pueda haber hasta 10 grados de diferencia con las zonas rurales vecinas. Nuestras viviendas, como decíamos, no están bien aisladas ni ventiladas. Quizá en este punto empezamos a atisbar la ironía de la cuestión climática. Las áreas de acción más importantes para la adaptación al cambio climático en las ciudades son, de nuevo, quitar asfalto y renovar y actualizar la edificación. 


Pero concretando, ¿qué ejemplos de medidas son los más interesantes? 


Se habla mucho de las soluciones basadas en la naturaleza, por sus muchos beneficios ambientales y sociales. Estamos hablando de parques y arbolado en el centro de las ciudades o dunas y marismas en nuestras costas urbanas, esenciales para protegernos contra los eventos costeros extremos (oleajes por marejadas ciclónicas), la erosión y la subida del nivel del mar. En Vilagarcía parece que nos hemos olvidado que no hace muchos años, cuando subía la marea, la Playa de Compostela desaparecía bajo las aguas. Hubo que reconstruirla, y no de la mejor manera, para que hoy podamos estirar la toalla en la arena y tomar el Sol. Toda esa arena, puede volver a desaparecer-


En general, intervenir en el espacio público con espacios más permeables y más sombreados es imprescindible para el cambio climático. La inversión en regeneración urbana, tanto del espacio público como de la edificación, es el eje vertebrador de la adaptación al cambio climático. Algo se viene haciendo desde la actual Corporación Municipal, pero no de la manera mas acertada. Si se está cerrando el Centro a la circulación de vehículos, pero lo que se está haciendo en la Calle Arzobispo Lago es una gran metedura de pata. Ocupar en centro de la calle con esa construcción de hormigón restando ese espacio al ciudadano no es la mejor manera de hacer resiliencia en nuestra ciudad. Entre otras razones porque a nadie se le ocurre construir fuentes ante una amenaza de sequía, y debo de recordar que que en algunas zonas del Salnés, el agua escaseó, y se produjeron cortes en el suministro de agua en el verano, un bien que debemos preservar para la ciudad, y que no está para derrocharlo en fuentes.


Imagen de la inundación de 2006 en Vilagarcía


También para ser una ciudad resiliente, se debe de tener en cuenta a los grupos más vulnerables de la población, algo que es esencial en estos procesos. Tanto en la mitigación como en la adaptación, generar procesos de transición justa es crítico, si queremos que las soluciones sean sostenibles en el tiempo y en el espacio. 


No piensen que está todo por hacer. Afortunadamente, muchas grandes ciudades en España están ya abanderando la lucha contra el cambio climático. Pontevedra, tan cercana a nosotros, es el ejemplo mas claro de ciudad bien gestionada y con un camino claro con la generación de un espacio público de calidad; En Santiago de Compostela también lo están haciendo muy bien, pues pocas ciudades hay que se puedan casi rodear andando de parque en parque, pero aún así, hay mucho que hacer.  


¿Es Vilagarcía resiliente frente al cambio climático?


Vilagarcía registró en 2022 el verano más caluroso desde que comenzaron los registros, con temperaturas excepcionalmente altas, y olas de calor excesivamente persistentes e intensas. Según el Observatori Fabra, en España diciembre fue el más cálido de la historia, con una temperatura media de 12,6 grados. En ambos casos, verano e invierno, se registró una anomalía de +3,9 grados respecto al periodo de referencia de 1961-1990. En España y más allá, se prevé que olas de calor extraordinarias, episodios de frío más agudo, y tormentas e inundaciones, aumenten en frecuencia e intensidad (IPCC, 2021), con mujeres, niños y niñas, personas mayores, grupos racializados y de bajos ingresos, identificados como especialmente vulnerables a los daños producidos por los desastres medioambientales.


Esta vulnerabilidad no proviene tanto de características biológicas o geográficas, sino más bien de desigualdades históricas de desarrollo urbano, que permiten que algunos grupos se protejan de los riesgos del cambio climático o se adapten más fácilmente a sus consecuencias que otros. En este sentido, ser resiliente como ciudad significa responder no solo a los impactos directos del cambio climático, sino también hacer frente a las causas estructurales que aumentan la vulnerabilidad e impiden la adaptabilidad de las personas. 


En Vilagarcía gran parte de esta vulnerabilidad la que sufren los residentes del entorno del Río Con, del centro y de Rosalía De Castro. Peor lo tienen las zonas con viviendas de baja calidad, empleos precarios y de un entorno más gris por la falta de parques y mas denso por el exceso de edificación. Estos barrios también carecen de espacios verdes asequibles donde refugiarse del calor extremo.


Vilagarcía tiene escaso verde urbano, nada que se acerque a Santiago


Para enfrentar el cambio climático, el Plan de Acción por la Emergencia Climática y el Plan Natura prevén, entre otras medidas, el desarrollo de infraestructuras verdes de mayor y menor escala por toda la ciudad. En nuestra ciudad, la totalidad de las zonas verdes se encuentran sobre la fachada marítima, que es donde la proximidad del mar atempera la temperatura, y  son prácticamente inexistentes los jardines en el interior de la ciudad. La sombra brilla allí por su ausencia.






















































































En Vilagarcía hay que dar el paso al verde, y no al coche


Hay que dedicar recursos de adaptación para la ciudadanía, como la red de refugios climáticos  sobre todo en el interior de la ciudad creando espacios que proporcionan confort térmico al tiempo que promueven sus usos, como parques y equipamientos (bibliotecas, museos, centros cívicos, etc. Las ciudades aspiran a que en 2030 el 100% de la población tenga un refugio climático a menos de cinco minutos a pie. En muchas ciudades, las escuelas también están transformando sus patios en refugios abiertos al vecindario. Los refugios climáticos son particularmente importantes desde un punto de vista de justicia climática para las personas más vulnerables que no pueden mantener temperaturas adecuadas en sus hogares o que no tienen acceso a residencias secundarias donde escapar o refugiarse del calor y frío extremos.


Imagen de la inundación de 2006 en Vilagarcía


Es importante dar voz a la ciudadanía para las estrategias de resiliencia


Es importante también dar voz a la ciudadanía para estrategias de resiliencia (incluso espacios de refugio) adaptadas a sus necesidades. Los Espacios al aire libre que brindan protección contra el calor y el frío a través de medidas naturales (vegetación, árboles, agua), con actividades recreativas y culturales que se puedan realizar con familiares y amigos. Las medidas son para evitar en lo posible, y en todo caso para paliar las consecuencias de las inundaciones.


Hay que evitar la gentrificación que se ha acelerado en la última década


Si luchar por una mayor justicia climática consiste en privilegiar inversiones de adaptación en los barrios que social y ambientálmente son mas vulnerables, se deben de prevenir también los riesgos de gentrificación climática, especialmente los ligados al verde urbano, para evitar que los residentes se vean desplazados por la especulación inmobiliaria y la subida de los precios de la vivienda. El centro y la fachada marítima son las zonas mas afectadas por la gentrificación y los pisos turísticos en Vilagarcía. Ser resiliente requiere más inversión en vivienda protegida y pública, subvenciones (como los fondos ‘Next Generation’) para mejorar la calidad energética de las viviendas energívoras y expuestas a los impactos climáticos, y ayudas para el pago del alquiler y del IBI para las clases más humildes. 


Ser resiliente seguirá siendo un reto para Vilagarcía y para su comarca. Solo si partimos de principios de justicia climática, asociando necesidades climáticas con avances sociales para la ciudad y sus residentes, podremos construir una ciudad más resiliente y justa.