miércoles, 26 de junio de 2013

¡Que duro el trabajo de las mariscadoras!


Para que luego digan que el marisco es caro. Viéndolas doblar el torso sobre la húmeda y fría arena para arrancar con sus manos una a una el preciado molusco, la almeja, que se pagará entre 13 y 15 por cada kilo, según donde se adquiera, uno piensa que a veces cuesta mucho el llevar el dinero para casa, sobre todo a personas humildes que tienen que sufrir para ganarse la vida, y es que tras pasar horas en las posturas en que aparecen las mariscadoras de la foto para conseguir una saquito de almeja, se les debe de quedar el cuerpo tan dolorido que ni el mejor anti-inflamatorio las podrá aliviar.


Este año paree que hay mas personas dedicadas a esta actividad que en anteriores años, pues la crisis y el paro han debido de dirigir a muchas de ellas hacia esta actividad como medio para ganarse unos euros, siendo como es además una actividad temporal, pues no se puede extraer almeja durante todo el año.

Estas valientes y sacrificadas mujeres son la antítesis de otras y otros que dedican su arte y su esfuerzo al saqueo de los recursos públicos y al mangoneo político, eso si: con mucho arte y poco esfuerzo.

Miel y aplauso para las primeras, y un pimiento picantón en el agujero con una patada en el lugar en que la espalda pierde su honroso nombre para los segundos, que algunos bien se la merecen.

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