martes, 30 de junio de 2020

Un nuevo vertido en el Río Con, y van tropecientos



Hoy a la tarde (15:00 horas) salía de comer de una Pizzería en las proximidades del recinto ferial de FEXDEGA, y al acercarme al Río Con a esa altura observo un vertido de aguas lechosas y con mal olor que provenía del regato que pasa bajo el recinto ferial. No se si serán aguas fecales o no, pues hace falta un análisis para comprobarlo, pero no hace muchos días hubo que cerrar al baño las playas de A Concha y Compostela por presencia de bacterias fecales, que rápidamente repitieron los análisis para ver de que los resultados cumplían las normas de seguridad sanitaria, pues en esos días iban a recibir las correspondientes banderas azules, lo que sería un buen reclamo para la campaña electoral autonómica de acciones de protección del medio ambiente.


Bla, Bla Blé electoral. Los hechos son que los vertidos en el Río Con son recurrentes y frecuentes, que se vienen sucediendo desde hace lustros, y que puede ser que el Concello haya hecho cosas para reducir el problema, pero no lo ha evitado, y no se si es porque no sabe como hacerlo, no puede hacerlo por intereses, o lo que es peor, no quiere hacerlo. 


Cualesquiera que sea de las tres cosas, lo que tiene que hacer el Concello es averiguar quien contamina primero, cerrarle el emisario y sancionarlo de tal manera que no le compense abrir la espita de la contaminación.



jueves, 4 de junio de 2020

Carta Abierta de un ciudadano al Alcalde de Vilagarcía de Arousa


Estimado Sr. Alcalde de Vilagarcía de Arousa.

Me gustaría que esta Carta Abierta llegara a sus manos porque lo que estoy viendo en la playa de Vilagarcía en estos días en que estamos en la Fase II de la desescalada me preocupa de cara al paso a las próximas fases y al verano en general, porque muchos de nuestros vecinos no se están comportando como deberían, por el poco respeto que muchas personas en la playa y en Paseo Marítimo le están teniendo a las normas de protección y de distanciamiento social, que son el principal recurso de que se dispone para evitar los contagios de coronavirus,  que evitaría que surgiera un posible rebrote aún por llegar pero previsible para el otoño, y que este se expandiera.
Compruebo a la vez que el Concello no está contemplando seriamente este problema, pues es como si los responsables miraran para otro lado porque no veo que estén haciendo nada al respecto.
Dicho esto, yo creo que hay cosas que si se pueden hacer, algunas de ellas son sencillas, simples y de bajo costo, y otras si que requieren gasto, por lo que entiendo que habría que estudiarlas en relación al beneficio que pudieran producir, teniendo en cuenta que lo primero es el mantenimiento de la distancia social (que no se está haciendo), lo segundo es el uso obligado de la mascarilla (que tampoco se está haciendo en muchos casos), y lo tercero es el lavado frecuente de manos imposible de controlar, siendo estas tres medidas la base de la prevención.

Algunas de las sencillas medidas que se pueden tomar para la playa y el paseo
En la fase actual del Estado de Alarma en la que nos encontramos, Sanidad insiste “en la necesidad de la concienciación colectiva en el respeto al distanciamiento social y aconseja limitar el aforo de las zonas de baño marítimas en las que se prevé grandes afluencias de personas. El acceso a las zonas de baño deberá de realizarse respetando dichas medidas que se deberán de recordar mediante cartelería, así como las normas de higiene. Además se deberá de prestar atención a la distancia entre tumbonas, sombrillas y otros elementos, teniendo en cuenta de que tendrá que haber al menos una distancia de cuatro metros entre los ejes de las sombrillas. El gestor responsable de la playa deberá de sectorizar esta para asegurar la distancia mínima de cuatro metros, y quienes realicen paseos por la orilla deberán de respetar los dos metros de distancia social”.

Yo lo que he observado en estos días pasados es que es frecuente ver que en cuatro metros cuadrados están sentadas cuatro o mas personas, que están juntas, hablando y durante largos periodos de tiempo, que es justo lo que necesita el virus para pasar de una persona a otra en el caso de que ande merodeando al grupo. Esto es lo que hay que detectar y lo que hay que evitar para prevenir rebrotes. 
Estas normas probablemente se suavizarán cuando pasemos a la Fase III en unos días, y de nuevo cuando entremos en la Nueva Normalidad el próximo día 21 de Junio, en que finaliza el Estado de Alarma. En todo caso las tres normas básicas de mascarilla, distancia social y de higiene se mantendrán. Pero una vez que ya dispongamos de las nuevas normas, informar a la ciudadanía de estas por los medios disponibles y hacerlas visibles será imprescindible, porque una cosa es segura, que seguirá siendo necesaria la vigilancia de que estas nuevas normas se cumplen, ya que si bien su desconocimiento no es un eximente, en los casos de incumplimiento se deberán sancionar adecuadamente, si no se quiere dejar a la población con libertad total para hacer lo que le venga en gana, lo que garantizaría el que se dispararan los contagios en un corto plazo.

¿Que se puede hacer? Pues por ejemplo, en la playa de Compostela hay plantado un alto poste con cuatro altavoces apuntando en todas las direcciones de una megafonía que hace años no funciona y que se puede recuperar y mejorar situando postes adicionales en el arenal de La Concha, en el de la Playa de Compostela a la altura de los Edificios Compostela, y en el arenal de Carril, y dotando de megafonía a las playas de Bamio y Preguntoiro. Yo creo que esta es la primera de todas las medidas que se pueden tomar, tendría dos funciones: la primera sería la de recordar a los bañistas en toda la playa las precauciones que hay que tener para mantener la protección personal, la distancia social y que en la Playa y en el Paseo se dispone de puntos para el lavado de manos. La segunda sería la de recuperar los avisos por megafonía para que por ejemplo, cuando un niño se pierde de sus padres, desde Protección Civil se efectúe el aviso para que vengan a recogerlo, o para recordar la prohibición de baño en los casos de bandera roja. Este servicio está disponible en la mayor parte de las playas de prestigio del país.

La falta de vigilancia del arenal y del paseo
Resulta anacrónico que se vea circulando a la Policía Local en el coche por el paseo a la una de la madrugada, y no se les vea paseando a las 6 de la tarde cuando la playa está abarrotada, por poner un ejemplo. En la Playa si se hace notar la presencia de Protección Civil y Salvamento durante la temporada contratada, aunque esta presencia habrá de ser aumentada y mejorada, para que controlen el cumplimiento de las nuevas normas y actúen como autoridad competente en colaboración con la Policía en su ámbito de actuación
La falta de la presencia policial en el arenal y en el paseo es lo que anima a los ciudadanos menos respetuosos a saltarse a la torera las normas de distanciamiento y de uso del material de protección personal. Cualquiera que se de un paseo por la playa, verá que las familias y los grupos de amigos habituales se siguen concentrando en los mismos sitios que el año pasado en torno a una sombrilla, con las toallas juntas sentados y charlando como si nada, bien en la arena o de pie en el agua, en un claro incumplimiento de las normas.
La gente no lleva además las mascarillas por el paseo, ni guarda la distancia de seguridad en muchos casos, y lo de los runners y biciclisters es aún peor. Se sabe que cuando se practica el deporte, las gotas de Flügge se proyectan hasta mas allá de los 6 metros en el caso de los runners, lo que amplia el área en que pueden contagiar a otras personas en estos casos, los ciclistas que puedan ser  portadores del virus, lo pueden expandir a través de las gotas que emiten de manera continuada a lo largo de su recorrido por el paseo. En estas circunstancias, entiendo que al menos a los ciclistas se les debería de prohibir circular por el paseo marítimo y a los runners deberían obligarles a llevar la mascarilla cuando corran por el paseo y no puedan mantener la distancia social, y con vigilancia continuada para el obligado cumplimiento de estas normas por parte de unos y otros.
Echo también de menos la publicación de un BANDO MUNICIPAL que recoja todas estas  medidas necesarias para garantizar la seguridad sanitaria de todos los ciudadanos, que han de ser de obligado cumplimiento por parte de estos, y que debería figurar en los paneles informativos situados en la playa y el Paseo.

La limpieza del arenal
Pienso que este es un elemento que se puede mejorar para preservar su limpieza, aunque no esté demostrado que el estado de la arena cause efecto alguno sobre el coronavirus. Periódicamente se le pasa una máquina a la arena en una franja en la que se que remueve su superficie y se recoge la suciedad que en ella encuentra. Creo que esta franja debería de ser ampliada a toda la superficie del arenal y hacerlo diariamente hasta la llegada del otoño al menos.

La presencia policial en la playa y en el paseo marítimo
Echo de menos una presencia policial mas intensa, y creo que la vigilancia está siendo muy escasa por no decir nula, cuando debería de ser todo lo contrario.
Para remediar esto, creo imprescindible incrementar fuertemente la presencia policial en la playa, y se que esto no es fácil por la falta de agentes, y por los kilómetros de playa a vigilar y la distancia entre estas.
En este tiempo yo he visto algún día como vigilaban con drones el arenal de la Concha y Playa Compostela. No se si el material era del Concello, o de Protección Civil; si lo son, que los usen. Y si no lo son, o bien que los compren y establezcan un servicio de vigilancia amplia y actuación concreta, o bien que doten de movilidad a la policía con bicis, quads o Seagways como tienen en otros lugares de veraneo, lo que les daría una mayor capacidad de movilidad y les facilitaría las actuaciones puntuales allá donde haya incidencias, o bien amplíen el número de agentes que sería lo mas costoso, todo ello en pos de hacer mas visible y mas eficiente la presencia policial.
Esta mayor presencia se complementaría haciendo público un régimen gradual de sanciones para las distintas infracciones detectadas, elemento necesario para que los ciudadanos se lo tomen en serio, y se sientan obligados a cumplir las normas.

Las fiestas de verano
Todos conocemos la impronta que tuvieron las manifestaciones del 8M, los partidos de futbol de esas fechas y otras reuniones masivas de gente, en la extensión del coronavirus por ciudades, regiones y por todo el país. No se puede volver a caer en ese error.
En Vilagarcía estas concentraciones se dan y se darán en las fiestas y especialmente en dos eventos que atraen a mucha gente, tanto del resto de Galicia, como de fuera de ella. Me refiero a la Fiesta del Agua con el Botellón de la noche previa en la zona de la playa, y el Combate Naval en el que se concentran miles de personas en el Paseo, la playa y el puerto para ver los fuegos. En menor medida contribuyen al riesgo las verbenas, las atracciones feriales y los conciertos en recintos abiertos y cerrados y demás eventos de menor cuantía. Todo esto supone un gran riesgo que hay que evitar regulando las condiciones (difícil lo tienen) o suspendiendo directamente los actos de mayor riesgo. Algo tendrán que decidir al respecto justo ahora que me imagino que estarán preparando el Programa de las Fiestas de 2020, y preparando los contratos para los fuegos de este año, pienso.

El turismo que viene a Vilagarcía y su futuro
En el futuro, Vilagarcía tendrá una imagen mejor o peor de destino seguro para los veraneantes en función de las medidas que tome el Concello, y este será uno de los factores determinantes para la elección de destino, tal y como se viene señalando en prácticamente todos los informes publicados por las organizaciones institucionales, empresariales y consultoras del sector.
Vilagarcía con un sector turístico paupérrimo y por desarrollar, con poco mas de 300 plazas hoteleras a disposición de los visitantes, puede convertir este deficit en oportunidad de desarrollo siempre que se tomen las medidas adecuadas y se hagan las cosas bien. 
De ahora en adelante, el que se pueda garantizar que Vilagarcía es un destino seguro para los que nos visitan y eligen a la ciudad como destino vacacional, es el primer elemento a tener en cuenta. Después vendrá todo lo demás, el desarrollo de la infraestructura hotelera, la gastronomía, la dotación cultural, monumental, los servicios, las comunicaciones, la naturaleza, etc., porque por muy bonito que sea un sitio, poca gente se arriesgará a ir si sabe que hay peligro. Esta es la clave y el punto de partida, y hoy sabemos que todos los destinos están trabajando para asegurar que son destinos sin riesgo, mas ahora que ya se dispone incluso de un sello de calidad.
Para que así sea, habrá que ayudar al Alcalde y concejales proponiendo iniciativas e ideas, que es lo que menos cuesta, y lo mas fácil de hacer, siempre que se tengan, claro. Esto es lo que hago dirigiendole esta larga carta abierta que espero le ayude a tomar las decisiones necesarias para evitar que surja un nuevo rebrote de coronavirus en nuestra ciudad que nos lleve a todos a un nuevo confinamiento en el otoño que sería mucho peor de sobrellevar que el anterior.


miércoles, 3 de junio de 2020

¿Cómo afecta la COVID-19 a la gestión de residuos municipales?


Sirisak_baokaew / Shutterstock
José Vicente López, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
La pandemia de la COVID-19 plantea una serie de preguntas respecto a la gestión operativa de los residuos municipales relacionadas con la separación doméstica, su tratamiento y destino final y la seguridad y salud del personal que los gestiona.
En general, ha habido una disminución en la producción de residuos como consecuencia de varios factores:
  • La caída generalizada de la demanda de bienes de consumo y, por tanto, de su producción.
  • El cierre de actividades no esenciales (en particular, bares y restaurantes).
  • La ausencia del turismo exterior por el cierre de fronteras y confinamiento.
  • El cese de los desplazamientos internos tanto turísticos como laborales.
  • La vuelta de la población estudiantil a sus domicilios de origen, cambiando el punto de generación.

Cambios según el tipo de residuo

Es previsible que el impacto de la COVID-19 en los residuos se manifieste más intensamente en las grandes ciudades, las áreas metropolitanas y los centros turísticos que en las localidades de menos habitantes.
En Barcelona el nivel actual de generación de residuos es igual al de 1989 (una caída del 24 %). Aunque la tasa de recogida de materiales reciclables es muy semejante o incluso mayor en algunos casos, a la anterior del estado de alarma, las estimaciones realizadas por la Agència de Residus de Catalunya señalan una caída general en la generación de residuos del 17 % que puede diferenciarse por fracciones:
  • Fracción orgánica: caída del 27,88 % por el cierre de bares y restaurantes
  • Papel y cartón: caída del 26,66 % por el cierre del canal comercial.
  • Vidrio: disminución del 17,96 % por cierre de bares y restaurantes.
  • Envases ligeros: disminución del 3,56 % frenada por el mayor consumo doméstico.
  • Fracción resto: caída del 14,73 %.

El excedente de materiales recuperados

Aun cuando el consumo en general haya disminuido debido al confinamiento, el ritmo de recuperación de materiales en contenedores sigue siendo aproximadamente el mismo. De ahí que llegue una cantidad similar de residuos a las plantas de gestión.
Dado que China y otros países han prohibido la importación de residuos, existe un excedente de materiales recuperados de los plásticos, el papel y el cartón y los metales férricos y no férricos. A ello se le suma ahora una disminución del comercio exterior como consecuencia de la COVID-19.
Esta acumulación de materiales hace que la oferta sea superior a la demanda –no existe mercado interno suficiente, incluso a nivel comunitario, para absorberla– y que los precios de los materiales recuperados caigan. Tanto que, en algunos casos, como ocurre con algunos plásticos, no compense reciclarlos.

Gestión de residuos en estado de alarma

En virtud de la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, la gestión de los residuos municipales puede adaptarse al marco de la crisis de coronavirus con el objetivo de proteger la salud pública.
Es evidente que cualquier cambio de este tipo debe cumplir con la legislación de la UE sobre residuos y ser necesario y proporcionado para proteger la salud humana. En particular, deben limitarse a las áreas y los períodos de tiempo estrictamente necesarios, tal y como se recoge en el estado de alarma. Se debe garantizar, en la medida de los posible, los objetivos de separación en origen y de recogida de acuerdo con la jerarquía de residuos.
La UE ha reconocido la gestión de residuos como una actividad esencial que ha de mantenerse activa garantizando la protección integral de sus trabajadores y la continuidad de los servicios de gestión de residuos.
La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo ha proporcionado orientación general sobre cómo prevenir la propagación del coronavirus en el lugar de trabajo en instalaciones de tratamiento, recuperación y reciclaje y realizar los cambios oportunos en la gestión operativa.
En este sentido, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades ha editado una guía específica de aplicación a los residuos generados en entornos asistenciales y en aquellos potencialmente contaminados por el coronavirus.
Los residuos de limpieza de instalaciones sanitarias deben tratarse como residuos clínicos infecciosos de categoría B y los residuos de limpieza de entornos no sanitarios o generales se deben depositar en una bolsa separada para la fracción de resto.
El Ministerio de Transición Ecológica y Desafío Demográfico también ha dado algunas recomendaciones sobre la gestión de residuos de los hogares, en concordancia con la normativa europea. Estas se materializaron en la Orden SND/271/2020 de 19 de marzo, completada por las Directrices sobre gestión de residuos y COVID-19 de 31 de marzo.

¿Cómo se trabaja en las plantas de tratamiento?

El 14 de marzo, siguiendo instrucciones del Ministerio para la Transición Ecológica y el Desafío Demográfico, se enviaron las siguientes directrices a los propietarios y operadores de las instalaciones municipales de tratamiento de residuos:
  • Mantener el funcionamiento normal de las instalaciones de tratamiento de residuos municipales asegurando el menor impacto en el servicio público.
  • Mientras la planta pueda mantenerse en funcionamiento, se debe evitar el contacto directo del personal con los desechos evitando los procesos de triaje manual y manteniendo los sistemas automáticos en su lugar siempre que estén disponibles.
  • Es necesario que todos los trabajadores utilicen el equipo de protección personal apropiado.
  • Es aconsejable separar los turnos de trabajo para evitar una infección generalizada del personal y garantizar el mantenimiento del servicio.
  • En el caso de recibir desechos que se identifican con la infección por COVID-19 o que provienen de circuitos específicos identificados con personas infectadas, deben enviarse directamente al tratamiento final (si es posible, incineración o almacenamiento controlado de otra manera).
  • Los materiales que se recuperan durante el proceso de valorización se almacenarán durante un mínimo de 72 horas antes de su envío, minimizando la manipulación en el almacén.

¿Se recicla más o menos?

De las Directrices sobre gestión de residuos y COVID-19 se intuye que buena parte de los residuos van a parar a las instalaciones de valorización energética, cementeras y vertederos.
Con las medidas actuales de prevención y seguridad de empleados y ante una recogida diaria, lo que se busca es la eficacia de la gestión de los residuos y no tanto la eficiencia.
Las decisiones se han de basar en cuestiones técnicas, velando por la higiene y salud de toda la población. Si se encuentran en las plantas residuos contaminados o probablemente contaminados (guantes, mascarillas, envases de plástico o de cartón, etc.), hay que eliminarlos. Por eso se acude a los métodos de eliminación más eficaces como son la incineración o el vertido sanitariamente controlado. Son eficaces y necesarios, en estos casos, porque destruyen o eliminan, aunque desde el punto de vista ambiental son poco eficientes.
Si el proceso –considerando desde la separación en origen y depósito en contenedores hasta la fabricación de productos de materiales recuperados– se interrumpe total o parcialmente en una de sus partes, el reciclaje es menor.
No obstante, una vez se recupere la actividad normal fuera del estado de alarma, la gestión de residuos volverá a recuperar los principios básicos de gestión. No hay que olvidar su importante papel en la implantación una economía más circular y sostenible y la robustez que ha demostrado el sistema de gestión de residuos en esta crisis sanitaria.The Conversation
José Vicente López, Investigador en el Departamento de Ingeniería y Gestión Forestal y Ambiental, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.