Eramos pocos, y pario la abuela. Este es uno de los dichos que el pueblo llano utiliza cuando una gota colma el vaso de la paciencia, en este caso la de los veraneantes y Vilagarcianos. Y es que hoy lució en el mástil de la caseta de Protección Civil la bandera roja que indica peligro para el baño, y lo prohibe en toda la extensión de los arenales. Pero no son las olas las culpables de que no nos podamos bañar, ni la resaca o la mar de fondo, o las corrientes las que hacen a las aguas de la Ría peligrosas. No, el problema es de contaminación. Desde el día 24 de Junio, los análisis de las tomas de aguas realizados en las playas muestran niveles peligrosos para la salud de bacterias, en este caso Escherischia Coli. Una bacteria capaz de ocasionar infecciones a los humanos, y que suele estar presente en las aguas fecales.
Las autoridades desconocen la procedencia de esta contaminación bacteriana, pero esta no es la primera ocasión en que ello ocurre. Dicen las autoridades que pusieron carteles en la playa y ondearon la bandera en el mástil citado anteriormente. Es cierto, pero el arenal es muy grande, y la bandera solo se veia en las proximidades de la misma, pongamos 300 metros hacia un lado y hacia el otro del mástil, y eso fijándose, pero la playa es mucho mas larga y la mayor parte de la gente ni se enteró, por lo que muchas personas se bañaron sin tener conocimiento de lo que pasaba. En cuanto a los carteles, estos estaban en el paseo. Lo normal hubiera sido poner unas estacas con los avisos en la orilla para que la gente que se acerca al agua lo vea, pero a nadie se le ocurrió.
Estas playas que podrían ser una fuente de riqueza para la comarca, cada día tienen peor fama entre los turistas y Gallegos del interior, que huyen de ella. Y es que:
- Entre los palitroques plantados a modo de linde, porque en Arosa el mar tiene propietarios, y no conozco otro sitio en los 7 mares del mundo que sea así.
- El trabajo de los mariscadores que extraen las algas del fondo devolviéndolas a la Ría un poco mas allá de sus parcelas, o revolviendo los fangos que enturbian las aguas.
- Las algas que todos los días pintan la zona que separa el mar de la arena de verde, y que molestan por sus malos olores, haciendo que las aguas de la Ría en que nos bañamos parezca un caldo gallego.
- La mala calidad de la arena que se utilizó para la recuperación de la playa, sucia y molesta cuando hay viento.
- El mal estado del paseo, con multitud de losetas rotas y baches, lo que supone un peligro para viandantes y bicicletas.
- El poco respeto de los que tienen animales por los demás, aquellos que no recogen las heces que los animales depositan, o que los sueltan en la playa.
- La menor vigilancia de protección Civil con respecto a otros años, y el recorte en los medios utilizados por estos, y que para mas INRI este año ni siquiera disponemos del servicio de Salvamento, por no disponer de personal dados los bajos salarios ofrecidos. ¡Que NO PASE NADA!
- La falta de protección de la zona de baño al carecer de balizas que la protejan del acceso de embarcaciones a esta.
- La no utilización de la megafonía de la playa por no disponer de los medios y personal necesarios.
- La falta de vigilancia por parte de la policía municipal, por lo que cada cual hace lo que le da la gana.
- El estado actual del patatal (sin patatas) en que se convirtió la zona de dunas, tras la inadecuada reconversión de esta zona.
- Los contenedores y papeleras del paseo siempre llenos de mierda.
Y lo que mas me preocupa, es que no conozco ningún plan que las fuerzas políticas del Concello tengan o hayan tenido para recuperar de una vez el arenal para los Vilagarcianos, para que podamos ofrecer algo digno y de lo que nos sintamos orgullosos a aquellas personas que nos eligen para pasar sus vacaciones y tiempo de ocio. Que vienen a bañarse, no a coger una cistitis por E. Coli por haberse bañado en las aguas de nuestra playa.
Todos deseamos que la nueva Corporación Municipal tome las riendas de este asunto y ponga lo antes posible un plan en marcha para adecuar a las necesidades de una villa turística el entorno de las Playas del Conceyo, y especialmente instaurar un plan de vigilancia de este bien patrimonial que es de todos, y que la naturaleza nos ha regalado, no solo para que lo disfrutemos, sino para que lo protejamos como es nuestra obligación.